Full HD, HD Ready, 4K... o simplemente HD pueden parecer términos confusos por su similitud, pero son sin duda, junto al tamaño, la característica más importante de una televisión moderna.
La resolución de la pantalla
Todos estos términos se refieren a la resolución de la pantalla de la TV. En general, cuanta más resolución tenga una pantalla, mejor se mostrará la imagen, con más detalles y fidelidad. HD Ready es el nombre que se le da a una resolución de alta definición bastante popular cuando las primeras televisiones planas, de pantalla LCD o plasma, empezaron a llegar a las tiendas. Suelen tener una resolución de 1280 líneas de ancho, por 720 líneas de alto, que si bien no es tan alta como las televisiones más modernas, sí es más definición que una TV normal y corriente (de ahí su nombre HD) y puede ser más que suficiente para muchas situaciones, como por ejemplo, cuando se ve la pantalla desde bastante distancia. Full HD (o 1080p) es el nombre que se le da a la resolución más habitual estos días, de 1980 líneas de ancho por 1080 líneas de alto. La mayoría de canales de TV en la actualidad emiten en cualquiera de estas dos resoluciones. Los Blu-ray utilizan una resolución Full HD.
¿Qué necesito para disfrutar contenidos en 4K Ultra HD?
La resolución 4K (también mencionada como Ultra HD) es mucho más alta, con cuatro veces más pixeles (puntos resultantes de multiplicar las líneas de ancho por alto), en concreto 3840 de ancho por 2160 de alto.
Para poder disfrutar de una pantalla 4K, es necesario encontrar contenidos en esta resolución. Algunos proveedores de películas y series de TV online como Netflix permiten disfrutar de contenidos en 4K, y también podrás disfrutar de imágenes, vídeos o webs si conectas un ordenador relativamente moderno a la pantalla. Una PlayStation 4 Pro también te permite jugar juegos a esta resolución, aunque no ver Blu-Ray 4K. La Xbox One S puede reproducir contenidos 4K como películas en su Blu-ray 4K y Apps de contenidos de vídeo como Netflix, pero los juegos se reescalan a resolución al máximo de resolución posible usando un modo llamado "4K mejorado" que no es tan detallado como el real, siendo necesaria una Xbox One X para poder disfrutar de juegos en 4K de verdad.