Consejos para elegir un termo

1º - ¿Qué tipo de termoacumulador elegir?

Existen termoacumuladores eléctricos y a Gas (Propano, Butano y Natural), por lo que el primer punto a la hora de elegir es comprobar la instalación que tienes en casa (a no ser que quieras cambiarla) y, a continuación, comparar los diferentes modelos compatibles con esa instalación. De nada servirá ilusionarse con un modelo que funciona con Gas Natural si en tu casa tienes Gas Butano.


 2º - ¿Cuál es la capacidad ideal?

Existen termoacumuladores con capacidades entre los 15 y los 300 litros. La elección de la capacidad ideal varía según los hábitos diarios de todos los miembros de la familia. Esto quiere decir que cada uno tiene sus preferencias, por ejemplo, algunos prefieren una ducha rápida y otros un baño relajante, unos necesitan ducharse varias veces al día y otros una sola vez, por lo que el consumo de agua puede variar. Y estas preferencias son las que determinan si la capacidad del termoacumulador tiene que ser superior. Por ese motivo existen unas capacidades estándar aconsejables según el consumo. Por ejemplo, considerando que cada miembro de la familia consume una media de 40 litros de agua caliente al día, es posible encontrar una capacidad media adecuada. A esta capacidad media debemos sumarle un pequeño margen de algunos litros, pues es mejor contar con una capacidad un poco superior dado que, si se queda vacío, tardará algunas horas hasta volver a calentar la capacidad de agua soportada, y eso repercutirá en el aumento de la factura.

3º - Descubre la función "Smart" de tu termo eléctrico

Algunos Termos Eléctricos incorporan un modo de funcionamiento Smart. El cual se puede activar y desactivar a antojo del usuario. Con la función Smart el termo adapta su gasto eléctrico a los hábitos de consumo del hogar, adaptando la temperatura en función de la demanda que se haga del agua caliente. Llegando a generar un ahorro de hasta el 20% del consumo eléctrico del termo.